
Ganar se convierte en la única opción, el orgullo individual rescata de la miseria. Pero hay quien no entiende que, en verdad no hay competición, no hay lucha contra nadie excepto contra uno/a mismo/a.
Ganar se convierte en la única opción, el orgullo individual rescata de la miseria. Pero hay quien no entiende que, en verdad no hay competición, no hay lucha contra nadie excepto contra uno/a mismo/a.