AUGURIO

LANZAMIENTO 23 SEPTIEMBRE

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Interesantísima apuesta la que nos ofrece la salmantina @lauracrimsonmusic. Su último sencillo, “Augurio” nos sorprende con un tema brillante. La mezcolanza de blues, pop, soul e incluso pequeños detalles de rock andaluz nos deja totalmente maravillados. Y es que cualquiera podría pensar que la fusión de tantas influencias podría hacerse excesivo, pero la naturalidad y elegancia de las transiciones hacen de la sutileza una grandísima virtud.
Un canto al amor, un enfrentamiento a la realidad, la necesidad de agarrar la vida, todo eso es “Augurio”.
Nos encanta la dificultad de etiquetar canciones que nos llenan los sentidos, y este supura personalidad y talento, del cual seguiremos muy de cerca en Full Level. ¡Grandísimo descubrimiento!

Full Level Rock Magazine


I

A veces la fuerza se nos va por la boca, otras se queda inmóvil. Cuando esto último ocurre tenemos pesadillas, ansiedad, miedos, 𝑎𝑢𝑔𝑢𝑟𝑖𝑜𝑠 que nos impiden ver las múltiples caras de la realidad; ver al otro. Pero, por cada fuerza negativa se genera una positiva, y la intención, en algún momento, siempre puede moverse de una a otra. 

Sin duda, se vive mejor bebiendo de la copa íntegra, con los pies estables en la tierra y viendo el sol salir una mañana más.

II

Un ánimo negativo y destructivo es capaz de muchas cosas, y poco le importan las realidades a su alrededor. Egoísta, ha sido herido y encuentra al enemigo en su semejante. Pretende igualar por debajo y poner a los demás en el mismo lugar donde él se encuentra. Para hacer esto, siempre está en esa constante lucha con ellos y con su propia realidad. 

III

Ganar se convierte en la única opción, el orgullo individual rescata de la miseria. Pero hay quien no entiende que, en verdad no hay competición, no hay lucha contra nadie excepto contra uno/a mismo/a. 

IV

Una manera alternativa en la que el ánimo se cristaliza es, precisamente, el desánimo. La fuerza está estancada y no queda otra posibilidad que aceptar la derrota. Y el campo de la derrota puede ser la del paisaje de un mañana gris lluviosa o una noche oscura en el vacío. 
Puedes pasear, flotar por ambos, o quedarte inerte y dejarte ser. La decisión la toma tu ánimo o tu cuerpo, en armonía o independientemente.

V

Rescatar al cuerpo a menudo se hace imprescindible. No está muy claro el límite entre el cuerpo y la mente. Lo físico es irrefutable, todo lo que pasa por nuestros sentidos y se procesa en la mente es nuestra prueba más fiel de «la» realidad. ¿Es nuestro ánimo también una prueba irrefutable? La fuerza con la que nuestro puño cae sobre la mesa, que astilla la madera, que hace vibrar los objetos que se encuentran sobre ella, ¿es ánimo o es cuerpo?

VI

Indiferencia, otra estrategia cuyos motivos pueden ser muy variados. La desconexión entre el cuerpo y la mente, la imposibilidad de inmutarse una vez más y generar un juicio, la incapacidad para ser honesto/a y coherente con tu verdad. La indiferencia cuando es exhibida casi nunca es tal. ¿Indiferencia o indolencia? No es lo mismo sentirte diferente que doler.

VII


Observar, si es que se puede, fuera de uno/a mismo/a. Ponerse los ojos del otro/a, que son y no son los mismos que los nuestros, salir del solipsismo (𝑠𝑜𝑙𝑢𝑠 𝑖𝑝𝑠𝑒 = uno mismo solo) es una aventura, una diversión y un trabajo, casi una quimera. ¿Es mi realidad la realidad? ¿Existe una realidad por cada ser? Hay estrategias para establecer conexiones con otras realidades: están las palabras, la música, los colores, las formas, el movimiento, la temperatura, el tacto… En fin, se conecta si se siente algo. Pero, ¿hay que sentir siempre para conectar?